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Fue una muerte rápida e indolora.

Receta, listo… mandil, listo… ingredientes, listo… teníamos todo lo necesario para preparar galletas con chispas de chocolate, mi postre favorito. No me considero un gran chef ni mucho menos, pero en ocasiones me gusta cocinar (huevos revueltos y sándwiches mi especialidad). La idea fue de mi hermana, la verdadera chef repostera de la casa. La receta la había sacado de un post de Facebook donde todos nos sentimos con la capacidad de cocinar lo que sea. No sabes ni como le hicieron, pero en segundos sacan un platillo delicioso y te juras que te va a salir igual.

La mezcla estaba lista, solo faltaba meter al horno las galletas con chispas de chocolate. Como los excelentes chefs reposteros que somos, (hasta la fecha creo que fue idea de mi hermana, estaba chica y yo soy medio wey) decidimos subirle la temperatura al horno para que se cocieran en menos tiempo. Mala idea. Horas de esfuerzo tiradas a la basura. Y todo porque nos faltó SOLO un ingrediente clave, la paciencia.


Pero, murió… Fue una muerte rápida, al parecer no sufrió mucho. Es más, nadie se dio cuenta en que momento nos dejó. Probablemente la gente no la extraña ni en lo más mínimo, pero el gran problema es que, a pesar de esto, la necesitamos más que nunca.


Queremos todo al instante y la realidad es que las cosas toman tiempo. Negocios y proyectos abandonados, matrimonios que duran menos que la espera para un mundial de fútbol, resultados físicos que nunca aparecen, y todo debido a que no hay paciencia. Pero ¿cómo y cuándo nos dejó?


Nos faltó SOLO un ingrediente clave, la paciencia

Vivimos en un mundo donde tenemos todo al alcance en un solo par de clicks. ¿Queremos ver una película? Netflix nos da cientos de opciones al instante. ¿Se nos antoja algo de comer? Rappi o Uber Eats se encargan de satisfacer nuestros antojos de embarazada. ¿Queremos salir con alguien? No hace falta más que deslizar algunas fotos a la derecha para poder platicar con alguien.


Cada vez es más común ver que un chavo de 25 años crea una aplicación, y de la noche a la mañana, se hizo billonario. De ver en Instagram cientos de posts con fajos de billetes y Lamborghinis de gente que jura lo logro en 6 meses y te va a enseñar cómo hacerlo. Atletas con años de entrenamiento que te aseguran que en 3 meses vas a tener el mismo cuerpo por el cual ellos llevan trabajando años.


Al ver esto, la gente cree que será así para todos. Que si ponen un negocio se harán millonarios al año. Que con ese programa de ejercicio se van a poner igual que Lazar Angelov o Bárbara De Regil en 2 meses. Que si suben un par de videos se van a volver YouTubers. Pero en ese preciso momento, es cuando la realidad llega a darles una bofetada por la falta de paciencia.


Podrás estar haciendo la dieta correcta con la rutina indicada, pero, aun así, los resultados van a tomar tiempo.


Podrás tener el plan de negocios perfecto con el equipo indicado de trabajo para ejecutarlo y todo el conocimiento requerido para llevar a cabo la idea. Pero, aun así, necesitas paciencia para que despegue.


¿Crees que las grandes marcas lo lograron 6 meses-1 año? ¿Crees que Nike se convirtió en la marca número uno en deportes al año de haber comenzado? ¿Crees que Arnold Schwarzenegger consiguió ese físico en 3 meses? ¡NO! Fueron años.


A la gente no le gusta ver el proceso

Años de pulir sus habilidades y cosechar nuevas.


Años de trabajo y derrotas mejorando cada vez más.


Años de entrenamiento antes de poder convertirse en la leyenda que es hoy en día.


A la gente no le gusta ver el proceso. El proceso no tiene nada de llamativo. El proceso es aburrido y lento. Es repetitivo y tedioso. Nadie quiere saber de la historia del empresario que le tomo 10 años poder vender su empresa. Nadie quiere saber qué Mozart ya había ensayado más de 6,000 horas antes de los 6 años, y que compuso sus obras magistrales a partir de los 21. Es decir, 17 años aproximadamente de práctica antes de haber compuesto sus obras más importantes. ¿Alguna vez le has dedicado, aunque sea un año a algo?


a veces tenemos TODOS los ingredientes para conseguir nuestros objetivos, solo nos falta tiempo.

Pero, nadie quiere saber esto.


Nadie lo quiere saber porque eso significaría que ellos también pueden.


Significaría que podrían obtener lo mismo si tan solo trabajaran y le dieran el tiempo.


Significaría que no se trata de talento, se trata de hacer lo mismo día y noche durante años y años.


Significaría que se puede si es que se tiene la paciencia.


Vemos una y otra vez proyectos que mueren porque en 6-12 meses (a veces menos) no han tenido el impacto que esperaban. Gente que deja las dietas y el ejercicio porque no tiene cuadritos o pompas de modelo fitness al mes de haber comenzado. Gente que deja de subir contenido porque después de 50 posts no han llegado a los miles de seguidores que anticipaban.


No se den por vencidos, a veces tenemos TODOS los ingredientes para conseguir nuestros objetivos, solo nos falta tiempo.


Tengan paciencia. Aprendan a confiar en el proceso. Las grandes metas toman tiempo.


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